Oscuro. Todo oscuro. De nuevo sola ante todo. Sola ante la vida, las experiencias, las decepciones.. sobre todo las decepciones.
Una y otra vez tropiezas con la misma piedra, la maldita no cambia de sitio en ningún momento. Sin cesar aguantas todos y cada uno de esos tropezones, siempre pensando que, al final, algo saldrá bien, pero luego te das cuenta de que no es cierto, estás cansada de que siempre pase lo mismo, no puedes más y al final te derrumbas.
Las lágrimas brotan sin cesar y no haces nada por evitar que salgan, te duelen los ojos. En silencio, sola, como cada día lloras, nadie seca tus lágrimas que siguen derramándose sin dejarte un segundo para poder secar tu rostro.
Y yo, impotente, no puedo hacer nada. No puedo más que tranquilizar tu atormentada mente y tu maltrecho corazón. Jamás en mi vida me sentí tan insignificante, tan poca cosa y tan inservible.
Y lo que más lamento es que, aunque quiera hacer algo, ir y secar tus lágrimas e impedir, por escasos momentos que llores de nuevo, ayudarte a reír o simplemente estar ahí, no puedo, eso es lo que más rabia me da, que no puedo hacer nada, absolutamente nada por evitar tu sufrimiento. Aún así, y aunque la verdad es que no me consuela, sé que sabes que siempre estaré a tu lado, esperando oír tu grito ensordecedor para, como siempre he hecho desde el día que te vi por vez primera, que te desahogues e intentar, sin conseguirlo, curar tus heridas.
Por que tú sabes quien eres, sabes lo que quieres, y estoy segura de que, aunque a veces tengas bajones, nunca dejarás de creer, nunca dejarás de intentar conseguir lo que crees que es justo, lo que de verdad mereces. Y por eso te quiero, por que por muchas veces que pataleaste de rabia, por muchas veces que hayas llorado, por muchas veces que hayas pensado “a la mierda con todo” sigues ahí, al pie del cañón, entregando tu día a día a personas que no saben lo afortunadas que son de tener detrás de ellos a alguien como tú, personas que, estoy segura, un día se darán cuenta de todo lo que has hecho y te recompensarán, y sé de que ese día estaré contigo, pero ¿sabes que te digo? A mí no me hace falta que nadie me diga todo lo que vales, por unas cosas o por otras.. Tu valor ya me lo has demostrado con creces, y eso es lo que cuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario