jueves, 22 de enero de 2009

22.01.09

Por muchos sueños que tengas, siempre hay alguno que no es tan irreal como los otros, uno que puede llegar ha crearse de verdad, y que, al contrario que los otros, solo implica un pequeño esfuerzo. Y cuando lo tienes, cuando cada vez lo ves más cerca, más posible, cuando después de tanto tiempo lo ves tan claro que casi puedes tocarlo con la punta de los dedos, siempre, SIEMPRE, hay algo o alguien que hace que todo se desmorone, que hace que, incluso los deseos más reales, fracasen.
Es muy triste el que esa persona que te hunde por un motivo que no logras comprender, está contigo un día tras otro, y no puedes hacer nada salvo llorar y maldecir en silencio a esa persona que, consciente del daño que causa, ha hecho que todo se derrumbe de nuevo, e incluso esos sueños que eran posibles se tuerzan, simplemente por que no le apetece verte feliz, por que prefiere que estés triste y mal, para poder así manejarte a su antojo, como un títere que no sabe donde va. Eso es lo más triste, la indiferencia que muestran algunas personas en cuanto a los sentimientos de los demás se refiere.

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