Me siento mal. Me siento agotada, hundida, cabreada, frustrada, y ni siquiera sé por qué. Últimamente me pasa a menudo, estoy de morros pero no veo la razón claramente.
Lo único que sé es que la culpa es suya, que si fueran de otra manera, me trataran mejor, no fueran hipócritas y no hablaran para hacer daño, esto no estaría pasando. Luego encima se quejan de cómo hablo, de cómo trato a los demás, de mi manera de ser, y digo yo ¿cómo coño quieren que sea si me habéis enseñado a ser así? ¿si la culpa es vuestra, por no ser sinceros y no mostrar las cosas como son? Aún así, seguís sin daros cuenta de vuestro error, me tenéis delante y no hacéis nada, absolutamente nada, y encima os quejáis. Pero habrá un día en el que yo me vaya, y desde entonces, os aseguro que no me volveréis a ver, y en vuestro lecho de muerte, donde yo no te estaré velando, os maldeciréis por no haberos portado bien conmigo, por haber sido unas personas tan miserables, a las que solo las apariencias significan algo, y dan más importancia a lo que se vea desde fuera que lo que tienen dentro.