Si digo la verdad, jamás me mi vida había pensado que me pasara algo así.
No es que lo viera mal, está clarísimo que no, pero es algo que, no sé, nunca me había parado a pensar. Supongo que también, el hecho de que la mayoría de gente lo vea mal, hace que no te lo plantees en tu vida, sin embargo, si es algo que llevas dentro, que es así y que, por mucho que intentes y que intenten, no puedes cambiar, por que, además, no quieres, va a ser así, lo quieras o no. Llega un momento en que, por unas cosas u otras, de repente, ves las cosas de otra manera, comienzas a plantearte tu vida de forma distinta, sin que eso sea algo malo, por que, a decir verdad, muchas veces es lo mejor, consigues saber quien eres sólo con pararte a pensar cinco minutos.
Supongo que yo desde el momento en que me di cuenta, aunque al principio pensé que únicamente era una chorrada, lo he sabido aceptar perfectamente, y por eso, ahora soy más feliz, más entera, más yo… Sin embargo, hay algo que me falta, sí, me falta tener conmigo esa persona que pueda hacerme reír día tras día, que sepa exactamente lo que siento y lo comparta conmigo, que pueda entender cómo me siento a cada momento, sin necesidad de tener que esconder lo que siento cada vez que la miro. Supongo que no todo es tan fácil como aceptar como somos, pero de todas maneras, estoy segura de que, un día, no sé cuando, encontraré eso que busco, mientras tanto, sé que tengo el apoyo de las personas a las que más quiero en este mundo; aunque muchas cosas no las compartan conmigo y no puedan entender lo que siento, sé que pase lo que pase están a mi lado, y eso es lo que me ayuda a seguir entera, a no desfallecer y a buscar eso que tanto necesito.