sábado, 6 de diciembre de 2008

frustración

En ocasiones estamos tan motivados hacia un objeto y tan seguros de poder lograrlo que la no consecución del mismo produce en el sujeto un estado de ánimo de insatisfacción, ansiedad y desequilibrio, llamado frustración y que es preciso subsanar en el menor tiempo posible por el bien del sujeto y de la comunidad.
Cuando la frustración se hace permanente, cuando no se controla, provoca en el sujeto un estado afectivo de desacuerdo, desequilibrio, que provoca agresividad. Esta agresividad va dirigida, comúnmente, contra el objeto que provocó la frustración; pero, cuando ese objeto es inalcanzable, se dirige contra el propio sujeto; en ese caso es grave, ya que si no se pone remedio puede acabar en tendencias suicidas.
Las frustraciones ocasionadas por objetos sociales inalcanzables pueden ocasionar conductas contrarias a la sociabilidad, agresividad social e incluso acciones conducentes a producir daño a toda la comunidad.


Es de mi libro de ética, y me encanta.

No hay comentarios: