Lo que éramos y en lo que nos hemos convertido.
¿Dónde están esas promesas que me hiciste de estar siempre conmigo?
¿Qué ha quedado de esas tardes en las que creí que todo era posible simplemente por que tú me lo habías dicho?
¿Dónde han quedado esas lágrimas ahogadas en un jersey empapado con el agua de la lluvia?
¿Qué ha sido de esas conversaciones en las que pensé que me comprendías?
¿Por qué decidiste separarte de mí? ¿Por qué decidiste olvidarme? ¿Por qué rompiste la vida que habíamos construído?
Recuerdo cuando hablábamos sobre la niñez, sobre los juegos, sobre los viajes. Recuerdo cuando me consolabas, cuando me hacías reír, cuando me hacías llorar.
Recuerdo cuando te enseñé a cocinar sin tener ni idea de lo que estaba haciendo. Recuerdo aquella primera vez, y el estar contigo el mejor día de mi vida.
Recuerdo cuando comenzaste a olvidarte de mí. Recuerdo cuando te marchaste sin decir adiós, sin explicarme por qué.
Recuerdo cuando esperaba por tí, pero tú ya no aparecías.
Dijiste que nunca te irías de mi lado, que siempre estarías conmigo, pero, he pasado por los momentos más difíciles de mi vida y no pude contar contigo.
Me sigo lamentando por que no sé que pasó, sin embargo casi he logrado dejar de pensar en ello. Supongo que no era suficiente para permanecer a tu lado siempre, pero no te preocupes, estaré bien, siempre he estado mejor sola, incluso cuando estabas conmigo.
Aprendí que las personas que más quieres son las que más te decepcionan, que no se debe confiar en nadie y que tal vez, si te has marchado de mi vida a sido para bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario